La consultora Econométrica el 16 de abril de 2021 compartió una excelente Infografía referida a los controles de precios, la inflación y la escasez en Venezuela. La firma especializada en análisis económico resaltó la asociación entre los controles de precios y la escasez, tema que ha sido recurrentemente denunciado en Venezuela por parte de los profesionales de la economía.
Econométrica muestra como la evolución de la normativa referida a controles de precios y “protección al consumidor” en Venezuela, en la medida que ha venido siendo cada vez más intrusiva por medio de la inclusión de nuevos institutos jurídicos y tipicidades de conductas prohibidas vacías de contenido -ejemplo de “inflación regulatoria”-; la inflación se ha acelerado y la escasez ha aumentado correlativamente, asomando lo que la teoría económica sugeriría: la generación de una escasez relativa producto de los controles de precios en la medida que, en el corto plazo, la demanda supera a la oferta de bienes y servicios al precio regulado, se presiona a un ajuste de precios al alza en los mercados paralelos hasta vaciarse el mercado.
Excelente oportunidad nos ofrece Econométrica para discutir un tema a partir del cual se desprende la necesidad de un cambio en el enfoque de política pública, de modelo económico y de responsabilidades del Estado y el gobierno en materia económica. En este sentido, a continuación presentamos algunas consideraciones referidas al tema:
Primero, la teoría económica ha trabajado y desarrollado marcos teóricos que explican aquellas situaciones en las cuales los controles de precios cuentan con asidero normativo. No sólo la teoría económica sugiere que dichos mecanismos de política pública deben circunscribirse a aquellos casos de subaditividad en la estructura de costos y/o cuando la tecnología disponible explica o justifica un único oferente en el mercado, sino que asimismo asoma qué tipo de mecanismo regulatorio, basado en incentivos, coadyuva a alcanzar objetivos de eficiencia dinámica en dichos mercados.
Adicionalmente, cuando resultan ser varios los objetivos de política publica, y éstos pueden en cierto grado encontrarse en conflicto, como pudiera ser el caso de la Eficiencia y la Equidad, la atención de cada objetivo por medio de un mecanismo de política pública eficiente y exclusivo para cada uno de éstos objetivos puede resultar deseable. En este sentido, un Decoupling o una separación de los objetivos públicos puede evitar conflicto de fines en el diseño y en la implementación de las políticas públicas, permitiendo atender, simultánea pero separadamente, los objetivos de eficiencia y sostenibilidad en la oferta de los bienes y servicios en cuestión, y coadyuvar a la asequibilidad y/o acceso a dichos bienes y servicios por parte de la población. La separación de dichos objetivos evita en el diseño de las políticas públicas poner en riesgo la restricción de participación de los oferentes, esencial para la oferta y en consecuencia el acceso al bien o servicio.
Segundo, en otro orden de ideas, podríamos pensar en distintas definiciones de escasez. Por ejemplo, en una “escasez general” derivada del hecho de vivir en un mundo de ilimitadas necesidades y recursos limitados. Lo anterior no se circunscribe al tema monetario, suponga que quisiéramos realizar muchísimas actividades a lo largo de un mismo día, sin embargo el día cuenta con solo 24 horas por lo que tendremos que tomar decisiones respecto a cuáles actividades llevaremos a cabo y cuáles no podremos hacer por falta de horas dentro de un mismo día.
Podríamos pensar en una “escasez relativa” al precio vigente o en el corto plazo. Bien producto de un control de precios o producto de un shock de corto plazo, al precio regulado en el primer caso o al precio de corto plazo previo al ajuste en el segundo caso, puede producirse una brecha entre la demanda y el nivel de oferta. Bajo este concepto, el levantamiento de controles de precios, y la determinación de precios en el mercado, vaciarían al mercado, haciendo que la demanda y la oferta se igualen, desapareciendo una eventual escasez previa.
Si esta es la definición que subyace en una metodología de estimación de la escasez, posiblemente pueda observarse una caída de la escasez en la medida que la aplicación de los controles de precios se relajan -ceteris paribus, ya que pueden existir otros factores que en el corto plazo, aparte del control de precios, expliquen un desacoplo entre la oferta y la demanda-.
De hecho, Econométrica asoma cierta caída en su estimación de escasez a partir del año 2019 cuando la dolarizacion de afianza y parece observarse cierta laxitud en la aplicación del control de precios (sin embargo, destaca una reactivación en la aplicación de controles, inspecciones y sanciones por parte de la SUNDDE recientemente a partir de finales de 2020 e inicio de 2021). Este concepto de “escasez relativa” suele ser la más utilizada, aunque como queremos destacar más adelante para el caso venezolano, por su definición, deja de reflejar lo que podría ser un verdadero drama social. También podríamos referirnos a una “escasez relativa” en la medida que cada agente económico posee una dotación presupuestaria o de recursos, así como gustos y preferencias diferenciadas entre sí, por lo que dicha escasez puede resultar relativa o propia dependiendo de ciudadano al que nos estemos refiriendo.
Tercero, es así como podríamos pensar en una eventual definición de “escasez absoluta” referida a la falta de acceso a cierto número de bienes y servicios que podríamos considerar fundamentales para garantizar un nivel de calidad de vida socialmente deseable.
Teniendo en mente este último concepto, en contraste un índice de escasez relativa a la baja ante un escenario de desaplicación de controles de precios puede no estar reflejando un drama social terrible: la no correlación entre capacidad y disponibilidad de pago con la valoración e importancia de cierto tipo de bienes y servicios en favor de una vida digna. Dicho de otra manera, el nivel de depauperación de la capacidad de pago de los venezolanos -sucesivos choques negativos contra la demanda producto de la inflación- ha disparado una prescindibilidad de bienes y servicios independientemente de su importancia para mantener cierto nivel de calidad de vida, que no termina siendo recogido por el índice de escasez relativa.
Lo anterior explica como una reducción de la escasez relativa ocurre en un contexto de incremento súbito y brutal de la pobreza en Venezuela.
Cuarto, ciertas conclusiones pueden asomarse de las reflexiones anteriores:
- Los controles de precios no han sido efectivos para controlar la inflación, por el contrario han alimentado saltos en los niveles de precios producto de su escasez asociada.
- La escasez suele ser producto de brechas generadas por los controles de precios.
- En el caso venezolano la disminucion de la escasez relativa no es señal unívoca de mejora económica.
- El gobierno ha solido actuar sobre efectos y no sobre las causas de los problemas económicos.
- Venezuela carece de un gobierno y de un marco institucional y de políticas públicas que asuma eficiente y técnicamente sus responsabilidades en matateria de males públicos (la inflación) y que coadyuve a la generación de oferta y bienestar por parte de los ciudadanos y el sector privado.
Economista UCV
https://www.analitica.com/opinion/disminucion-de-la-escasez-el-drama-fuera-del-grafico/