Nicolás Maduro firmó este lunes un acuerdo con David Beasley, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentación (PMA) de las Naciones Unidas, para los niños de educación inicial de Venezuela.
Durante una transmisión por Venezolana de Televisión (VTV), Maduro informó que, tras una reunión de una hora, firmaron un acuerdo para desarrollar un programa de apoyo y asistencia alimentaria para los niños de educación inicial.
De acuerdo a Maduro, este es el primer paso conversado “de un conjunto de proyectos ambiciosos que abarquen el apoyo alimentario para todo el pueblo de Venezuela”.
“Ya teníamos 3 años, de acercamiento, encuentros, desencuentros, y afortunadamente, el tiempo de Dios es perfecto y nos llevó a hoy, 19 de abril. Cuando, hoy, Venezuela cumple 211 años del primer grito de libertad”, añadió.
Asimismo, David Beasley señaló que tienen “mucho trabajo por delante”, puesto que el COVID-19 ha causado estragos en el mundo.
Además, añadió que era en estos tiempos de crisis, donde la ONU se unía con los países “como hermanos y amigos para colaborar”.
“Agradecemos el gran apoyo que recibimos de todas las partes, que estuvieron de acuerdo con estos principios”, finalizó.
Maduro firmó acuerdo con el Programa Mundial de Alimentación
Casi un tercio de la población venezolana, alrededor de 9,3 millones de personas, enfrenta dificultades de acceso a los alimentos, sufre desnutrición o pasa hambre. Esta situación de inseguridad alimentaria aguda corre el riesgo de empeorar.
Así lo advirtió la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO en inglés) y el PMA, en el informe Análisis de alerta temprana de los focos de inseguridad alimentaria aguda de FAO-PMA, publicado en noviembre de 2020.
“La crisis macroeconómica, agravada por los efectos socioeconómicos de las medidas relacionadas con la pandemia de COVID-19, es particularmente preocupante para Venezuela”, destacó el informe.
Igualmente, precisó que el 96 % de la población venezolana es pobre, y el 79 % de ese total se encuentra en extrema pobreza. Este escenario también se ve agravado por la hiperinflación provocada por la depreciación cambiaría, donde 1 dólar estadounidense cuesta más de 2 millones de bolívares.
En conjunto, todo esto impacta gravemente en la disponibilidad de alimentos y en el poder adquisitivo de la población.
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